Photo by NM / Shanghai, China / 2014 |
Cuando nos tuvieron allí, robaron nuestras ilusiones y pisotearon nuestros sueños.
No escuché jamás a nadie hablar de nuestra acreditada formación, cualificación y eficacia, cuando nos tuvieron allí. No escuché jamás reconocer la preparación y la profesionalidad de toda una generación de arquitectos, cuando las cosas funcionaban según las reglas que ellos mismos redactaron. No escuché jamás una palabra de gratitud ni de reconocimiento que no fuera dirigida hacia ellos mismos o hacia sus colegas, cuando no nos quedaba más remedio que acatar, asentir y seguir adorando cual borregos a los dueños y señores del panorama laboral que nos había tocado vivir.